
Para los que nos gusta la naturaleza, pero todavía no nos hemos decidido, bien porque requiere de altas dosis de paciencia y tiempo o bien porque requiere de grandes teleobjetivos, a veces prohibitivos, los aficionados, nos tenemos que conformar con la fauna en cautividad.

1.- Es una excelente ocasión para practicar y mejorar la técnica antes de decidirnos por este tipo de fotografía.
2.- Perfeccionaremos nuestra pericia ante animales que nos lo van a poner más fácil que los salvajes y que en futuras ocasiones nos permita resolver con soltura.
3.- Aprender a convertirnos en cazadores, no con rifle en ristre pero sí con cámara, pues al fin y al cabo, nuestros trofeos seran bellos momentos captados sin causar daño a los animales.
4.- Enfrentarnos a situaciones difíciles como captar el movimiento, enfocar y hacerlo en los sitios críticos, controlar la profundidad de campo en nuestras lentes, etc...


Todas estas fotos son de animales en cautividad o domésticos, esto supone que se trata de animales dóciles y socializados y por tanto, no resulta difícil acercarnos a ellos. Otra historia es cuando ocurre en la naturaleza.